¡HAY QUE SER PARTÍCIPES DEL JUEGO!


¿Cómo nos ven nuestros clientes? ¿Qué valores transmitimos? ¿Cuáles son nuestros atributos? ¿Qué percepción tienen de nosotros? ¿Cuál es nuestra identidad?
 
Estas son algunas de las preguntas que muchas empresas u organizaciones, independientemente de su tamaño, se pueden preguntar. Pues bien, todos estos aspectos son englobados en la identidad e imagen corporativa de dichas empresas. Y lo que es mejor, la respuesta a todas ellas está en nuestras manos!

A través de la identidad y la imagen corporativa podemos destacar y transmitir ciertos aspectos de nuestra compañía. Para ello, debemos jugar con cada uno de estos elementos:


Tenemos que definirnos y establecer una filosofía de empresa. Es importante comunicar de forma breve cuál es la esencia de nuestra marca.

El diseño de nuestro logo, la página web y los colores predominantes de todos nuestros medios visibles tienen que mostrar nuestra personalidad, deben estar orientados a nuestro target y actualizados a las tendencias actuales. 

En concordancia con este último aspecto, también es importante producir contenidos con valor para el público objetivo. Los contenidos que mostremos serán la calve para mantener interesados a nuestro público. 

Tenemos que ser coherentes, auténticos y mantener continuidad a través de todos los medios visuales ya sean digitales o no. El tono de voz y como transmitimos la información, definirá como comunica nuestra marca y cuál es su personalidad. Es importante determinar qué manera de comunicación liga mejor con nuestra identidad global. 


Ser participes activos del juego de la actualidad y del cambio es un factor importante para todas las empresas modernas. Vivimos en un mundo de cambio constante y para adaptar nuestras empresas a ellos debemos adentrarnos en el mundo de la gestión de nuestra imagen. 

Para poder diferenciarse eficazmente y transmitir confianza y seguridad hay que tener muchos aspectos en cuenta, empezar por la imagen corporativa es una buena opción. 
“Si la buena o mala imagen (percepción) que tenemos de una persona o de un ente (producto, marca, empresa, país) no influyera en nuestros comportamientos, las empresas no invertirían ni un euro en su gestión” (Olivares, F.)

GIRONÉS REVERT, MARÍA 



Fuentes:

-Sitios web:



No hay comentarios:

Publicar un comentario