Existen distintas características que
toda organización debe poseer para poder llevar a cabo una buena
imagen para competir en un mercado amplio y diverso como el actual.
Lo primero que las organizaciones deben
tener en cuenta es que es necesario plantear una política proactiva
de comunicación, ya que a partir de esta relación será cuando se
funde el prestigio o la reputación de la empresa o de la misma
marca.
Podemos decir entonces que el factor
más importante a la hora de formar una buena o mala imagen en la
mente del consumidor es la difusión que se haga de la empresa en
concreto a través de los medios de comunicación.
La imagen que finalmente va a tener la
gente sobre una organización en concreto es la que se difunde por
los medios de comunicación, por lo tanto resulta evidente decir que
lo más apropiado es generar la imagen corporativa de una empresa por
uno mismo antes de correr el riesgo de que te la construyan.
Si se logra plasmar una buena imagen de
marca en los medios de comunicación podemos beneficiarnos de
distintas consecuencias que acontezcan a partir de ésto.
Un ejemplo claro sería un ahorro
significante en publicidad, ya que dar lugar a comentarios positivos
en los medios no repercute en un gran desembolso económico como la
realización de una campaña publicitaria.
Además de el factor económico también
debemos destacar la credibilidad que posee un comentario en un medio
de comunicación frente a la de un anuncio publicitario.
Una inversión en la mejora de las
relaciones con los medios de comunicación, resulta una forma eficaz
y rentable de garantizar tanto la supervivencia de la empresa como el
éxito y el buen posicionamiento en la mente del consumidor.
En conclusión podemos afirmar que la
mejor estrategia para gozar de una buena imagen corporativa es
convertir en aliados a los dos factores que gobiernan el futuro de
una empresa que son, los clientes y los medios.
CLIMENT PASCUAL MARÍA
FUENTES
-Sitios Webs:
No hay comentarios:
Publicar un comentario